Empezamos porque algo no cuadraba
Hace seis años, mientras trabajábamos en diferentes entidades bancarias de Córdoba, nos dimos cuenta de un patrón: muchos compañeros tenían productos excelentes pero no sabían cómo presentarlos. Y la formación que recibían era... bueno, digamos que dejaba mucho que desear.
Así que en 2019 alquilamos un local pequeño cerca del centro y empezamos con talleres los sábados. Solo venían cinco o seis personas. Pero funcionaba. La gente aplicaba lo que enseñábamos y veía resultados reales en sus negociaciones.
Hoy trabajamos con profesionales del sector financiero de toda Andalucía. Hemos crecido, sí, pero seguimos siendo los mismos tres que empezaron esto porque creían que se podía enseñar a vender sin recurrir a trucos baratos ni promesas vacías.